Basándonos en experiencias anteriores, los exámenes de laboratorio CCIE suelen ser de tolerancia cero, lo que significa que el error de un candidato en cualquiera de las tareas puede dar lugar a que la tarea se considere suspensa. Por lo tanto, para aprobar el examen, los candidatos deben esforzarse al máximo para evitar errores y completar todas las tareas en el tiempo asignado. Durante el examen, los calificadores evalúan la configuración del candidato en función de una serie de criterios de calificación. Estos criterios suelen incluir aspectos como la corrección, la integridad, la fiabilidad y la eficacia. Si un candidato comete un error en su configuración, puede afectar a la corrección e integridad de las tareas, lo que puede suponer el suspenso del examen. En conclusión, el examen de laboratorio CCIE es un examen muy riguroso que exige a los candidatos evitar errores en la medida de lo posible durante todo el proceso de laboratorio. Para prepararse mejor para el examen, se recomienda asistir a los cursos de formación pertinentes, practicar y prepararse a fondo, y asegurarse de que se comprenden claramente los requisitos del examen y los criterios de puntuación.